A lo largo de nuestra historia, las mujeres hemos acudido a otras mujeres para atravesar nuestras gestaciones, partos y crianza de lxs hijxs.
Esas mujeres que acompañaban y sostenían, ofrecían sus conocimientos y experiencias a la hora de asistir a las nuevas madres y sus recién nacidos. Las contenían afectiva y emocionalmente. Se trataba de mujeres cercanas, que se dedicaban a proteger a las recién paridas, además de cubrir las necesidades que facilitaban la recuperación de las mismas.
Tiempo después y por diversas razones -conducidas principalmente por el patriarcado-, las mujeres hemos perdido parte de nuestra conexión, hemos olvidado el entorno femenino facilitador del parto, la crianza, las tribus y la confianza en nuestro poder creador; al tiempo que nuestrxs cuerpxs han sido foco de la medicina y las tecnologías. Han institucionalizado y medicalizado a nuestros partos y han adormecido nuestra naturaleza más instintiva.
La doula, es una figura que aparece como una mujer que recupera esos saberes ancestrales, que facilita, sostiene y acompaña con su presencia amorosa, su respeto y su paciencia, el proceso de gestación, nacimiento y/o puerperio.
Lleva adelante un abordaje integral entendiendo a la maternidad como una enorme transformación vital dada en todos los planos conjuntamente: mente, cuerpo y alma.
Ser doula es más que un saber, más que un saber hacer, más que saber estar, ser doula es la elección de un camino de vivencias y sensaciones propias, de sanación con nuestra experiencia como hijas, como madres (si lo somos) y con nuestra propia identidad femenina.
Una doula ofrece apoyo emocional incondicional, sin juzgar ni interferir.
Brinda su presencia en todas las necesidades de la mujer gestante para permitirle ser la protagonista en un momento más que crucial y mágico de su vida, para que esta experiencia sea amorosa y positiva.
Una doula es una mujer que se pone al servicio de otra mujer acompañandola durante su embarazo, en el trabajo de parto, el parto y/o puerperio.
Se enfoca principalmente en el aspecto emocional, el bienestar y las necesidades de esa mujer, brindando herramientas, información y recursos.
En las tres instancias (pre parto, parto y puerperio), se trabaja de manera diferente, diseñando el servicio de acuerdo y en coherencia con las preferencias de la persona gestante. Todo es acordado y conversado previamente, por eso cada propuesta es personal e individual.
Como Doula tengo conocimientos sobre las etapas y fisiología del embarazo, parto y puerperio, el rito del nacimiento, plan de parto, pujo consciente, movimiento corporal y recursos para transitar el dolor, asesoramiento sobre lactancia inicial, necesidades físicas y espirituales de la mujer en el puerperio, educación en salud materna
y diversas herramientas para acompañarte a vivir en plenitud y consciencia este momento mágico y trascendental.